Ayer, entre episodios de Aída, aparece una pantalla en negro con letras blancas en la que Telecinco informa de que no van a reponer el polémico reportaje de supuestos malos tratos en una guardería por decreto de un juez. De hecho, el bombo causado por la primera emisión de este programa ya fue fuerte. Las acusaciones a la cadena iban dirigidas a si era lícito o no usar este tipo de imágenes que, evidentemente, pueden herir la sensibilidad de telespectadores y, mucho más, de los implicados. Además, el hecho de que publiquen estas imágenes en vez de ir directamente a un juzgado a denunciar lo ocurrido ha sido otra de las críticas más recurrentes, ante la que el propio equipo de Diario de… ha contestado.
La buena o mala conducta de Telecinco es otro tema del que se ha discutido mucho. Pero no contentos con la polémica causada, la cadena se sube al carro que ella misma ha construido de sacar beneficio a las prohibiciones. En el momento en que se debía reponer la emisión del reportaje, anuncian que hace escasas horas (todo ocurre escasas horas antes, casualmente) un juez ha prohibido la emisión de dicho “documental”. En el comunicado no se explica porqué, pero Telecinco aprovecha para mostrar su indignación con discursos del tipo “vulnera el derecho a la información”, “se trata de un servicio público”, etc. Los espectadores deben quedarse con eso, hasta que diarios como elmundo.es dan un poco más de información.
Las ventas de la censura
Lo curioso del caso es que, en poco tiempo, se han producido hechos similares relacionados con temas mucho más banales. Que yo recuerde, la primera censura pública fue a raíz de la emisión en Hormigas Blancas del reportaje El Marido de Lola. Estuvieron días y días anunciando con voz-eltomate-ay!ay!ay! la súper exclusiva de un especial que desterraba a El Pescaílla, revolviendo la verdadera relación entre él y La Faraona y, sobretodo, sacando a la luz la historia del hijo secreto de Antonio González (que ya de secreto tenía poco). Tras tanta publicidad, llega el día de la emisión y, ¡sorpresa!, la madre del “hijo secreto” pone una denuncia y no se puede emitir. Telecinco muestra su descontento, finge estar horrorizada con lo sucedido y promete emitir en un futuro el ansiado reportaje. Evidentemente, días después lo emitieron y la subida de share fue importante (seguramente mucho más que si no hubieran censurado el reportaje).
A Telecinco (como a todas o casi todas las cadenas) enseñarle el caramelo de “vas a subir audiencia” es como decirle “aquí vale todo y ya sabes que esto vende”. Así que probaron con algo más absurdo y que generara beneficios al instante. El siguiente episodio ocurre en Dolce Vita. El desafortunado presentador se pasa toda la noche del sábado diciendo que disponen de imágenes del novio de Ana Obregón, Derek, haciendo un streptease. No contentos con emitirlas, recurren a otro de los engaños del siglo XXI, los sms a la televisión (tema que daría para 500 post). El público tenía que decidir mediante sms si emitían ese streptease o no. Una vez llegado al final del programa, el porcentaje de SÍ era mucho mayor al del NO (era de esperar) pero, ¡sorpresa de nuevo! La abogada de Derek ha enviado un comunicado al programa pidiendo que no lo emitan porque vulnera tal cosa, tal otra y tal la de más allá. En fin, el desafortunado presentador alega que se pensarán si realmente lo que dice la abogada tiene sentido y, si el equipo de Dolce Vita decide que no, el próximo sábado lo emiten. Otra vez la táctica de “os dejamos en vilo” para subir audiencia. Lo acaban emitiendo a la semana siguiente. En el blog de laventanademialma podéis leer lo ocurrido con el caso Derek.
Probando con algo más serio
Las dos primeras pruebas carecían de seriedad. Usar este tipo de técnicas en la prensa del corazón no creo que la desvirtúe más y, en el fondo, hace que suban las ventas. Por tanto, todos diremos: “¡qué horrible!” pero todos acabamos viendo El Marido de Lola, el streptease de Derek y lo que nos pongan. Pero, una vez usado el conejito de indias y visto el buen resultado, aceptamos censura como publicidad exitosa. Al carro de Telecinco se une Televisión Española. Evidentemente os sonará el caso de la entrevista de Quintero a José María García. Al muy estilo telecinquero, TVE1 anuncia dicha entrevista durante días y, cuando llega el momento, esta vez por decisión propia (es la vertiente de la cadena pública: no necesitamos que un juez nos diga nada, nosotros somos nuestros propios jueces) emiten otro cutre-comunicado en el que se lee: "TVE no considera oportuna su difusión porque en ella no se vierten opiniones, sino insultos, descalificaciones y ataques a terceras personas". ¿Se dieron cuenta 5 minutos antes de la emisión? Me veo a los montadores de vídeo cortando por aquí, pegando por ahí y de repente uno dice: “¿Has escuchado lo mismo que yo?, ¿ha dicho puta? Oooooh! Al jefe que vas”. Por favor, que no somos tontos. Encima, para que nadie les acuse de censuradores, deciden emitir la parte en que El Butano habla sobre el actual director de la cadena, que no se diga…
Y ya, a las últimas, aparece el reciente caso de los malos tratos en la guardería. Ya les da igual que sea el streptease del novio de turno de la loca de la Obregón como si a un niño lo está sodomizando un caballo. Todo vale. Nosotros fuimos los primeros en dar la noticia en meneame, pero no nos podíamos quedar con eso. No pretendemos hacer un análisis de si es correcto o no que emitan ese reportaje (aunque se trata de una reposición, no hay que olvidarlo), tampoco queremos entrar en qué es censura, qué derecho de información, etc. Tal vez otro día. Sólo queremos dejar la pregunta o reflexión en el aire: ¿Es la censura el nuevo método de publicidad más rentable?
Y es que no sólo el share aumenta cuando, finalmente, acaban emitiendo lo que les censuraron; sino que siguen y siguen con el tema, se habla de ello en todos lados, salen en mil programas a comentar su indignación, etc. Sin ir más lejos, Mercedes Milá (periodista a la que yo tenía gran aprecio hasta su entrevista a Javi de Gran Hermano –sí, yo veo esos programas-) ya ha estado en el programa de Ana Rosa para hablar de lo fatal que le parece lo ocurrido. Panda de falsos e hipócritas. ¿Cuál será la próxima censura? ¡Hagan sus apuestas!
1 comentario:
Eso parece, la moda ahora es decir q no les dejan emitirlo para luego emitirlo y sacarse mas pasta.
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