Ayer hablábamos de la protesta que se estaba llevando a cabo a raíz de la subida de tarifas en telefonía móvil. Yo confesé no haber participado en dicho reproche, no por no estar de acuerdo, sino por pura inercia. Cuando tenía que usar el móvil olvidaba que ese día no debía usarlo. No sé si por los mismos motivos o por otros varios, fueron pocos los usuarios que se sumaron al día sin móvil. Aunque no hay datos concretos, Vodafone y Orange han afirmado no notar ninguna bajada en sus servicios, Movistar ha hecho oídos sordos y boca muda ante la protesta. ¿Y Yoigo? ¿Alguien se habrá dado de alta verdad verdadera?
De todos modos, aprovechando que se hablaba de ello, Vodafone ha hecho pública su preocupación de la opinión del consumidor (¿Para no desprestigiar su imagen? Porque mientras paguemos, creo que todo les da igual). Su máximo argumento es la mejora de la economía española gracias al sector del móvil. De hecho, el año pasado aportó al Estado más de 300 millones de euros, sin contar el impuesto de sociedades. En la web de PRNOTICIAS explican detalladamente el porqué sería un error intentar desestabilizar este sector.
Mientras tanto, algunos políticos como Joan Clos (siempre aprovechan para solidarizarse con todo, como en el tema del transporte público…y luego son los primeros en usar el coche oficial para ir hasta a mear) se unieron públicamente a la protesta. ¿Lo habrán cumplido? ¿Será Clos el único que no usó el móvil? ¿Le importará mucho la subida de precios si él no es quién paga la factura? Tal vez su acto, además de llamar al populismo, fue una especie de jabón para lavar su anterior defensa a las compañías.
El mayor perjudicado: el usuario
La cuestión es que, aunque desde los gobiernos se insta a formar parte de la era tecnológica (la pela és la pela), los castigos siempre van destinados a los usuarios. En ese sentido, una problemática que preocupa es el uso de aparatos electrónicos en las aulas. De hecho, en Madrid se ha elaborado un borrador de buenas conductas en clase donde pretende frenarse el uso del móvil en éstas, sobretodo para evitar las grabaciones de peleas y humillaciones que tanto parecen estar de moda.
Otra iniciativa que pretende moderar el uso de aparatos tecnológicos nos viene desde Nueva York, donde el senador Carl Kruger ha promovido la iniciativa de multar hasta con 100 dólares a los peatones que usen el móvil, el iPod o la videoconsola por la calle. Supuestamente porque dichos aparatos provocan distracción entre los ciudadanos y, como consecuencia, se han producido diversos accidentes incluso mortales.
La verdad es que tanta iniciativa a veces resulta absurda, porque a la larga es pagar y pagar. Y pagaremos más de teléfono, aunque hagamos huelgas, y acabaremos pagando más, por lo que se ve, por usarlo. Esta es la clara conclusión, a su vez que predecible, de un día como ayer.
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