jueves, 8 de marzo de 2007

Abuela, hazte un porro

Una abuela de 68 años ha sido condenada a prisión por producción y consumo de cannabis. La anciana declaró que lo utilizaba con fines terapéuticos, ya que había sufrido un accidente automovilístico hacía años y padecía reuma. La mujer irá a prisión porque es la segunda vez que es acusada de este delito, pero en la primera ocasión se declaró culpable. ¿Cómo se puede demostrar que se utiliza para fines terapéuticos? ¿Qué daño hace una señora que consume una droga de manera consciente para superar sus depresiones? Desde la más inmensa ineptud en material judicial, las decisiones de los jueces no dejan de sorprendernos.

Una señora de 68 años irá a prisión por producción y consumo de cannabis. Un tribunal ha decidido que, al ser un caso reincidente, la mujer deberá permanecer entre rejas. A sus 68 años y con un porro en las manos, debe tratarse de un peligro para la sociedad. Pese a las explicaciones de Patricia Tabram, que así se llama la 'delincuente', de que el cannabis tenía usos exclusivamente terapéuticos, sus palabras han caído en saco roto. Al parecer, la señora se fumaba sus porros para combatir la depresión y problemas de reuma que le quedaron como secuela en un accidente de tráfico.

La anciana, cuestionada por la decisión judicial se mostró sorprendida. "Soy una anciana y estoy decepcionada por el veredicto. Me decepciona que el jurado no haya tenido consideración de una mujer de mi edad, con mis problemas físicos y la forma en que trato de solucionarlos", sentenció. Desde aquí, dejando de lado los aspectos legales y sin voluntad de hacer una reivindicación del consumo de marihuana, nos cuesta creer que no haya temas más destacados que juzgar. Una abuela porrera era una oportunidad única para que el gobierno hiciera vista gorda e intentara viajar al mismo ritmo que avanzan los tiempos. Juzgar temas de drogas que puedan crear jurisprudencia es un terreno peligroso, pero todo habría sido más sencillo si el jurado hubiera fumado algo de la hierba de la abuela. En fin, la hipocresía de un poder que se ceba con los más débiles.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No, no,nooooooo! acabas de crearme un trauma psicológico irreversible.las abuelas no fuman porros!!!las abuelas hacen ganchillo mirando la TV(aunke en realidad no puedan difenciar un gatito persa de un jesey de lana ellas se empeñan en creer que tienen una vista de agila y sin nisikiera pnerse las gafas ven la TV a la perfeccion), te xplican repetidas veces sus historias (historias interminables de kuand ellas eras jovenes en tiempos de pobreza) y kuando las vas a visitar te preparan un chocolate caliente con galletas maria(k por cierto son las mas baratas y malas k puedas encontrar en todo el super pero ya sabes, te comes un par y dices que estan tan buenas k las otras te las llevas para desayunar al dia siguiente y en vez de eso se las das al gato persa que sospechosamente esta en el cubo de la ropa sucia).
Ay, ay, ay....ahora lo entiendo todo!!!!
CHOCOLATE con galletas MARIA.(Esto son mensajes subliminales????)
Ganchillo (los intentos de calcetin fustrados son bolsas que hacen para guardar lamaria???)
Historias interminables de su epoca y confusiones estilo este jersey dice miau.(Esto no son sintomas claros de ke van fumadas??)Ke fuerte, ke fuerte.....mi yaya fuma petas???
Tambien ira a la carcel?me la encontrare traficando con tabaco y con un tatuaje que ponga amor de madre en el brazo???
Bueno, por cierto, alguien me puede pasar el mobil de su abuela, eske salgo de fiesta y, bueno, veras, el Jhona me lo pasa muy rancio