jueves, 8 de marzo de 2007

¡Quiero matizar! (Parte 2)



Como comentaba en el artículo anterior, el proceso del Polígrafo (y todos sus nombres) es el mismo. Cuál es el escenario del Polígrafo, curiosidades sobre él, la real fiabilidad del aparato, pon un Polígrafo en tu casa y mucho más si le dais a Seguir leyendo…

Como decía, el escenario que se crea para el momento estelar (previo anuncio reiterado de “Esta tarde en el polígrafo un personaje que lo conocen en su casa pero que os tendrá a todos frente al televisor como si realmente os importara una mierda lo que dice, y como si os creyerais que esto del polígrafo tiene algo de fiabilidad”) es básico, con dos vertientes:
1. Polígrafo en supuesto directo: personaje lleno de cables, poligrafista jugando al solitario en el PC y, a cierta distancia, presentador/a y colaboradores encocados + posibles implicados en la trama en un sillón o en sillas.
2. Polígrafo grabado, retransmisión de imágenes y poligrafiado y colaboradores comentándolo.

La primera opción es totalmente A tu lado, pionero en el tema. Aprovecho para decir dos cosas más: en primer lugar, que alguien arregle el audio de Emma García (ya bastante cara de piltrafas tienen los poligrafiados llenos de cables, como para que encima no suelan pillar ni una pregunta y tenga que acabar la presentadora susurrándoles al oído cosas al estilo “¿Tuviste relaciones con Pipi Estrada en el almacén de un bar? -4 años de carrera para esto-) y, en segundo lugar, que las invitadas dejen de tirarle los trastos a Amável (es penoso ver al pobre hombre que, en realidad, se pasa la tarde haciendo sudokus en el PC, con la sonrisilla... mientras la guarrilla de turno le va tirando la caña a destajo).

La segunda opción es totalmente Dolce Vita. Ya dije que el presentador del programa era poco afortunado, pero por favor…ese momentazo Consuelo Alcalá, actriz donde las haya tras su logrado desmayo en directo (arriba el share!!!Up! Up! Up!), mirando a la nada con los ojos enrojecidos y las caras de Santi Acosta idénticas a los cutre-gags de Salsa Rosa. Ese montaje de video absurdo que dejaba más minutos aún de pausa entre “El detector determina que…” y la respuesta. Y, como antes he comentado lo del audio de Emma García, no podía pasar por alto el de Dolce Vita: señora del pinganillo, si lleva pinganillo es precisamente para que no le oigamos, ¡no más berridos que dejen sordo al pobre Santi!

Al lío, que me alargo mucho (comprended que es un tema que arranca el odio que alberga en mí). Además del escenario establecido y de las continuas matizaciones y demás, el Polígrafo no deja de ser una herramienta para decir en alto lo que muchos ya llevan diciendo hace tiempo y, sobretodo, para decir lo que no se atreven (por miedo a las estúpidas querellas). Es una forma de lavarse las manos: poner en boca de una máquina (si lo dice el Polígrafo, es verdad, yo en esto creo mucho y si he tenido el valor de sentarme aquí, todos os tenéis que arrodillar ante mí) lo que todo el mundo piensa. Pero, si ya de por sí es dudosa la credibilidad de dicho artilugio, más aún cuando el nuevo oficio de poligrafista es otra patraña más. Si hay título de poligrafista, está claro que Amável no lo cumple, como pudimos ver hace unos días en la prensa.

Y Telecinco decide retirar momentáneamente este nuestro Polígrafo, que tantos momentos nos ha dado, justo cuando programas como En Antena han sabido encontrar la combinación perfecta de timos: Detector + SMS. Aún no puedo borrar de mi mente el momento en que Idoia Bilbao decía, mirando fijamente a la cámara y con voz de telefonista: “Manda un sms con la cantidad de mentiras que crees que detectará hoy el Detector”. Lo más chungo de esto es que seguro que más de uno mandó un mensaje, y yo sigo sorprendiéndome…

Y acabo ya, aunque, la verdad, me quedan muchas cosas en el tintero. Solamente añadir dos curiosiades más al tema: por un lado, la decisión de incorporar un polígrafo en las entrevistas en Rusia (puede que pronto hablemos de ello en el blog) y la posibilidad de tener un polígrafo en tu casa. Sobre esto último, sólo tenéis que ir a la web de la empresa Omnis, que ha visto el negocio en ello, y contratarlo por el módico precio de 700 euros. Tal vez así podéis protagonizar una escena como la del video de este artículo, obtenido del programa Vaya Semanita.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amável es Viyuela...