lunes, 26 de marzo de 2007

¿Qué pasará cuando se acabe el efecto del Botox?

Sé que lo mío es deciros qué dan por la tele los fines de semana (ya sea para nuestro disfrute o nuestro horror). Después de la sesión televisiva de ayer, esperar al viernes sería igual a perder algunos datos de la memoria que creo que vale la pena plasmar. A parte de la gala de Miss España que ha repasado La Periodista en Paro, se estrenó Cambio Radical en Antena 3. Había que tener un aplomo de valentía para verlo. Y de valentía me cargué. No lo vi entero, eh… Tampoco nos pasemos.

Como dijo el sabio Joaquín Sabina en una ocasión: “Para poder criticar, primero hay que ver”. Aunque suponga un esfuerzo. Y por eso el domingo estuve a caballo entre Telecinco y Antena 3, en su guerra de audiencias por ser “los más guapos”. La victoria la ha ganado Antena 3. Explicaré para aquellos que no lo vieron (supongo que muchos) lo que se perdieron.

1.- Dos mujeres acomplejadísimas por su físico.
2.- Las familias de dichas mujeres inundadas en un mar de lágrimas.
3.- Una insufrible y cruel Teresa Viejo (fans incondicionales, si los hay, controlad la ira).
4.- Los procesos de trasformación con sus médicos, sus quirófanos, sus escayolas…


Los dos casos que se trataron en la primera emisión de Cambio Radical fueron los de Chelo y “no recuerdo su nombre” (¿veis lo de los datos que se pierden?). El asunto es que estas mujeres pasaron de ser muy horribles, a feas. Nada de pasar a ser unas preciosidades, no os vayáis a pensar. Quizá es que el programa se pone retos demasiado complicados. Según mi modesta opinión, estas dos mujeres deberían sentirse las más afortunadas del mundo y ser las más agradecidas del planeta ya que se les ha puesto en bandeja de oro su sueño: cambiar su físico. Porque recordemos que eso era lo que ellas querían por encima de todo para dejar de ser desgraciadas (todo según sus palabras).

Pues bien, ahora están muy contentas, pero su tiempo de pre y post-operación parecía que las estuvieran obligando a estar ahí. Sufrían por estar separadas de su familia. ¡Si es que lo quieren todo! Venga a llorar y a lamentarse. ¿Me lo explica alguien? Les están regalando by the face (nunca mejor dicho) una de pasta que no lo quiero ni pensar, y da gracias si les vimos asomar alguna sonrisa. Quizá al destaparse alguna venda y ver su nuevo pecho o su nueva nariz. Porque no se trata de un simple retoque. Que a una hasta le operaron la miopía y el astigmatismo. A lo mejor no me he enterado y las lentillas y las gafas chulas han desaparecido de la faz de la tierra y sólo tienes dos opciones: o llevas unas gafas de pasta espantosas de hace 10 años, o te operas. No sé, no sé… no lo veo claro. Y llevo lentillas o gafas, según el día.

Liposucciones también les hicieron. Pensaréis… estaban gordas. Bueno, les sobraban dos tallas. ¿Para adelgazar dos tallas es necesario hacerse una lipo? Con esto me refiero a que estar dos tallas por encima de tu peso no puede ser causa de una depresión desmedida. Puedes hacer dieta. En fin, sólo hay una verdad: las dos eran feas y en la cara si tocaba hacerse algo. Pero hay muchas cosas que no eran necesarias y quizá pueden ofender a otra gente que sí lo necesita de verdad, casos extremos o de enfermedad.

Voy a hacer un mix comentando lo de la presentadora y la familia que no tiene desperdicio. Teresa Viejo se dedica a preguntar a la familia cómo es la “participante”, si se siente muy acomplejada, cómo lleva su día a día, cómo era de pequeña, ese tipo de cosas. Cuando de repente a una de las hermanas de la tal Chelo le dice algo así como: “ Tú y tus hermanas de pequeñas os reíais de ella, ¿verdad? ¿Te ha dicho alguna vez que eso la tenía traumatizada y la deprimía? Pues a nosotros sí nos lo ha dicho” sólo le faltaba decir: ¡Mala hermana!. La hermana pequeña sólo pudo decir: “Sí, la llamaba pinocho”. Sin comentarios. Otro momento crucial es cuando la periodista quería que la mejor amiga de Chelo confesara detalles íntimos de su vida. No de la de Chelo, no… ¡de la de la amiga! Conclusión: sensacionalismo a raudales.

¿Adivináis el final de todo esto? Un viaje a Nueva York para ellas y X acompañantes con todos los gastos pagados. Nada, minucias. Y, por supuesto, esta mañana estaban las dos sentadas en el programa de Susana Griso.

Ver para criticar. Pues ya lo he hecho y que a gusto me he quedao’.

4 comentarios:

Miguel Ito dijo...

Comentar en este post será lo primero y lo último que haré en referencia a esa bazofia inmoral, incívica e inhumana que es Cambio Radical. Hacer apología de la estética, y más que de la estética de lo chupiguay que puede llegar a ser tu vida si pasas por el quirófano y te modelan a base de bisturí, succionador de lípidos y masilla de relleno para los huecos, hacer pensar que quien no se haya puesto sobre una mesa de quirófano para arreglarse la nariz, engordar el labio inferior o quitarse ese michelín que sigue ahí perenne, no es amoral, es que es una indecencia y atenta a la diversidad del ser humano, ante su propia naturaleza. Y sobre todo, atenta a la inteligencia del telespectador. Sí, soy gordo, y así soy feliz. De hecho, soy una obra de arte. A mi me hizo otro escultor, Botero. Si hubiera querido ser un maniquí de tienda, habría pasado por cualquier molde para plástico. Enhorabuena para los que han decidido, como yo, no ver ni un sólo segundo de esa bazofia. Al resto, les acompaño en el sentimiento.

Marisa dijo...

Yo vi un trocito del final, lo suficiente para ver como la presentadora le decía a la chica "ahora ya no te compararas con tu h ermana no?" y le decía a la hermana...que talla de pecho tienes? Bueno si quieres contestar... ¬_¬ y la hermana decía que no, pero la chica decía que ahora tenía 2 tallas más y ya no podía competir con su hermana. (si, por tener más tetas tus padres te querrán más si si). Luego, el novio de la susodicha le pidió en matrimonio, con una emoción nula (aunque la presentadora intentara de todos modos hacerlo bonito) y ahí ya apagué la tele, profundamente indignada. Así que ahora resulta que se es más feliz con 2 tallas más de pecho y 2 menos de ropa. Pues vale. Cuándo se dará cuenta la gente de que los problemas estan en la cabeza, no en el cuerpo. Y lo peor de todo, no me quiero imaginar el impacto que puede suponer este programa en las personas acomplejadas por su físico...esto, sinceramente es de lo peor que he visto por televisión.

Rem Locke dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con vosotros. La gente no tiene un problema en sus dientes o en sus pechos, lo tiene en su cabeza. Sin embargo, a mí me enganchó (haciendo zapping con las dudosas misses) por la misma razón que defendía programas como U24 (aquel de los hospitales de urgencias): el morbo sin contemplaciones, sin cortinas de humo, impacto visual... Cambio Radical es lo mismo que A tu Lado, que Dolce Vita, que el infame Cronicas Marcianas, que TNT o que los Informativos Telecinco. O no estamos hartos de ver en las noticias miles de casos de gente que se opera y luego queda mal o, directamente, no sobrevive? Obviamente, soy consciente de que se trata de un programa sin ningún contenido, en el que la cruel Teresa Viejo exprime las lágrimas de cada uno de los familiares (aunque sean niños), pero no creo que se alejede demasiado de la mediocridad que recibimos cada día. Al menos, al poner Cambio Radical sabemos que nos van a entretener con 2 horas de superficialidad y morbo de gente con complejos. No creo que sea demasiado diferente a nada que no hayamos visto. Espero no herir la sensibilidad de nadie...

Laura dijo...

La pregunta que me hago es: ¿Realmente Chelo y Sandra -yo sí me acuerdo del nombre- fueron a un casting o se lo ofrecieron yendo por la calle? Lo digo pq es un poco incoherente que chicas que jamás se han preocupado por su estética (depilarse las cejas, quitarse el vello de las mejillas con laser, hacer dieta, ponerse ortodoncia...) de repente les dé un aire y quieran ser Misses. Paradójico, y más si luego lloran por no estar cerca de sus familias. No me lo creo. Aquí hay gato encerrao