martes, 27 de febrero de 2007

Profes de religión ¿funcionarios o moralistas?

El Tribunal Constitucional da la razón a la Iglesia católica en la cuestión del Certificado de Idoneidad (en adelante CdI) que la Iglesia proporciona o no -se ha podido ver que siguiendo unos perfiles muy arbitrarios- a los solicitantes para que puedan ser contratados por el Estado para dar clases. Una señora, adulta, con el CdI exigido para ser profesora de religión católica en los centros educativos, cometió el triste error de, a pesar de ser católica, separarse de su marido y establecer una nueva relación sentimental, en este caso con alguien que a ojos de sus santidades católicas y apostólicas no es su marido. Craso error. El CdI le fue retirado y la señora enviada directamente al paro.

Yo a veces no termino de entender estas cosas: ¿quién contrata a esta señora? ¿La Iglesia o el Estado? Si es el Estado, ¿por qué la Iglesia puede despedirla? ¿Por qué tienen que estar en posesión de un documento eclesiástico que, a todas luces, se entrega de forma arbitraria para conseguir un puesto de trabajo que es, repito, del Estado? Esta tarde, escuchando la Cadena SER, (si sus señorías, a veces cometo imprudencias que pueden llevarme a tener rabo e ir al infierno de los polanquistas...) he conocido que a algunos pretendientes del CdI para optar a una plaza de profesor de religión, la Iglesia se lo ha denegado alegando que están afiliados a IU, a algún sindicato o han secundado una huelga. ¡Dios! ¡No sabía que ir a la huelga era pecado a tus ojos! Desde luego, sin duda, ante los ojos de sus santidades sí que lo es.

A todo esto, viene la Ministra de la Presidencia, María Teresa Fernández de la Vega y, atónito quédome, les da la razón. Este país es de locos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La única iglesia que ilumina es la que arde