viernes, 9 de marzo de 2007

Que no se te caiga el jabón en la ducha…

Lo que puede parecer una frase graciosa que muchos habremos dicho no deja de ser un topicazo más que, en realidad, esconde un alto grado de homofobia. Desde Intolerantes Anónimos inician una campaña para conocer el grado de intolerancia de los jóvenes. Además de información para desmitificar falsas creencias, proponen hacer un test en el que, entre otras cuestiones, preguntan: ¿Tendría inconveniente en compartir los vestuarios de un gimnasio con una persona homosexual?

A través de meneame y de nuestro compi Miguel Cárceles, que nos ha hecho llegar la información, nos enteramos de esta campaña. Realmente, el tema de la homosexualidad daría para mucho, intentaré ser breve.

Como antes me he declarado culé, pro-casposa de la televisión y otras tantas cosas, creo conveniente declararme pro-homosexualidad. Pero, en este sentido, intento huir de topicazos así como de lo “políticamente correcto”. Con esto quiero decir que no me parece un insulto llamar maricón a alguien si esta persona no se lo toma como tal. Ante los insultos, cada uno reacciona como quiere, hay personas a las que le molesta enormemente que le llamen tonto (un saludo, Rem) y a otras personas les da igual, hay personas que matan si les llaman hijo de puta, y otras que no se lo toman como una clara ofensa a su madre y a todo su árbol genealógico. Creo que lo mismo debe pasar con palabras como maricón, mariquita, bollera, tortillera y un largo etcétera.

Reconozco que los consejos de Intolerantes Anónimos pueden ser un poco el típico discurso y que, para no ir en contra de homosexuales, hay que conocerlos, como en todo. No digo que estas iniciativas me parezcan mal, todo lo contrario, tampoco digo que no sirvan de nada (ojalá sí sirvan), simplemente creo que es una muy leve pincelada al real conocimiento de algo. De todos modos, por algo se empieza.

¿Compartir vestuario con un homosexual? ¿Qué hay de extraño? Además de que toda persona que haya ido al gimnasio, haya hecho la fabulosa asignatura de Educación Física en el colegio, etc. seguro que ha compartido vestuario con un gay o una lesbiana, sin saberlo. Muchas veces, sobretodo los tíos heteros (topa topicazo por mi parte), tienen la imagen de que un maricón, por ser maricón, se le lanzará al cuello. La promiscuidad y el mundo gay, otro gran tema del que ya hablaré algún día si me apetece (y si me lo suplicáis en vuestros comentarios, que escasean xD). La cuestión es que me gustaría coger a esos machotes de los que ya no quedan (sarcasmo, señores) y ponerlos un solo día, sábado noche, en la piel de una tía cualquiera (cualquiera que no sea un engendro, quiero decir) en una discoteca rodeada de los típicos buitres babosos que, antes de decirte a ti nada (con más o MENOS gracia) lo han probado con 500 más. Esos momentos en que el alcohol no suele dejarles reaccionar pero que, curiosamente, sí tienen en mente aquel otro tópico que dice que “Cuando una mujer dice NO, quiere decir SÍ”. Aviso al buitre: esta regla no funciona cuando la chica está sacando espuma por la boca, tiene la vena del cuello hinchada a lo Patiño y levanta el vaso del cubata en tono amenazador. Una vez pasada la prueba que me diga quién da más miedo. Lo jodido del tema es que probablemente el mismo que dice “maricones, lagarto lagarto” sea el que luego no tiene ningún pudor en tocarte el culo cuando vas hacia el baño o se pase la noche merodeando cuál palomo en celo a tu alrededor, a ver si en una de estas te tropiezas y...

En fin, simplemente quería hacer una pequeña reflexión, muy pequeña en comparación a lo que pienso, tras esta iniciativa. Probad de hacer el test, aunque se mezclan muchos conceptos en él: inmigración, mujeres, homosexuales...Demasiado disperso para mi gusto. Mientras tanto, tal vez tenemos que ver declaraciones como las siguientes:

Tim Hardaway (ex jugador de los Miami Heat): “No me gustaría tener a un compañero homosexual en su equipo porque odio a este tipo de personas

Cannavaro (gran jugador, seguramente, al mismo modo que icono de la población gay): “Convivir con compañeros gays puede traer problemas y provocar situaciones embarazosas”. Ser un gilipollas, más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es mucho mejor utilizar un lenguaje coloquial para nombrar a los homosexuales,si no en vez de darle noramalidad al asunto parece que nos esforzamos para que sean considerados diferentes, al igual que en vez de negro decimos hombre de color( de que color es sino negro),en vez de gordo decimos que es un poco ancho, obeso, con probemas de peso, que tiene los huesos grandes(como si estar gordo fuera delito castigado con pena de muerte),para referirnos a un retrasado o disminuido psiquico o fisico decimos que son un poco lentitos(lenta soy yo cuano me arreglo para salir por la noche) o que tienen problemas (problemas en un determinado momento tiene todo el mundo;y pueden ser tan simples como no puedo encenderme el piti que hace mucho viento,y no creo que se refieran a eso no?)es decir, que no hemos de disfrazar lo que realmente son con palabras que suenen "mejor", ya que cada uno es lo que es y no hay nada de malo en ello.
Respecto a la pregunta de si me ducharia con un homosexual la respuesta es si mientras no le pillen unas ganas locas de mear y lo haga en la ducha, en este caso me daria igual si es o no homosexual lo único que me importaría es el hecho de que no suelo llevar chanclas para ducharme.